El gobierno, las entidades bancarias y los grandes comercios nos recomiendan, cuando no nos imponen, el pago con tarjetas de crédito o débito.
¿Alguna vez ha visto alguien que el gobierno o las entidades bancarias hagan recomendaciones y/o hasta imposiciones por nuestro interés? NO.
Y nadie en su sano juicio puede decir lo contrario. Mientras más altos son los movimientos de capitales, más sucio, sospechoso y hasta corrupto puede resultar el interés que subyace en ellos. Pero a pesar de todo limitan el pago en metálico a 1.000€, supuestamente y según ellos para luchar contra el tráfico y blanqueo de dinero negro…¿?
El dinero en metálico es nuestra Libertad, es nuestra Independencia, y algo cada día más importante, nuestra Confidencialidad. Si nosotros pagamos algo, lo que sea, por pequeño que sea, con dinero en metálico, podremos conservar nuestra confidencialidad, Nadie podrá saber simplemente mirando nuestros extractos bancarios, ni dónde hemos estado en los últimos días, ni dónde ni qué hemos comido ni cuánto nos ha costado, ni en qué lugares nos hemos tomado una cerveza o una copa…¡o seis si nos apeteció! ni qué hemos comprado.
Y no ya por discreción evitar el cotilleo de un empleado bancario o un vecino que abre una carta con el resumen mensual de gastos o no de nuestra entidad bancaria por error (o no…).
Es por nuestra libertad personal, NADIE tiene derecho a conocer mis gustos personales, ni en alimentación, ni en cosmética, ni en cualquier aspecto de mi vida, si voy al gimnasio, si uso marcas blancas o de lujo, cuánto gasto en mis aficiones…
Si ahorro de algún modo o invierto en bolsa o en lingotes de oro de 10 gramos de vez en cuando.
Y eso es la vertiente folclórica del tema, la parte seria es el control que pueda tener sobre mi el estado, si estoy afiliado a algún partido político o a alguna organización religiosa.
En la actualidad aún estamos en los primeros pasos, pronto nos enteraremos que por nuestra seguridad y nuestro bien (por supuesto, cómo no…) las tarjetas bancarias estarán dotadas de un microchip que permitirá saber dónde se encuentra nuestra tarjeta en cada momento, y por lo tanto nosotros también. Primero empezaron metiendo la patita con nuestra intimidad con internet, ahora ya van a convertir en obligatorio que todos los coches dispongan de geolocalización para actuación en caso de accidente: siempre se escudan en nuestra seguridad y nuestro bienestar como excusa para dar pasos invasivos sobre nuestra privacidad. No pasarán muchos años hasta que traten de coaccionarnos con penalizaciones si no accedemos a aceptar esos microchips.
Y de que nuestros datos con hábitos de gasto y compras con detalle, pasen a estar en manos de servidores, hay un suspiro, un ejemplo, en Estados Unidos van a prohibir la tercera red social del mundo TikTok, por acusaciones de venta de datos de sus clientes; curioso, ya que uno de los máximos accionistas de esa red social es el Bank of China, con lo cual no es muy difícil de imaginar que de los 1.000 millones de usuarios de esa RRSS, al menos los datos de los chinos seguro que están en manos de sus accionistas…y de quienes les hayan pagado por ello…
Primero será la banca y luego el sector público, pero lo peor también está por llegar, que ese microchip u otro aún mucho mas avanzado, lo instalen en los DNI, Permisos de Conducir y Pasaportes, por supuesto, siempre por nuestra seguridad. Entonces será el paquete completo, control económico con la tarjeta bancaria y doble control para pagos presenciales con tarjetas en comercios de compra presencial.
Por eso el poder movernos durante todo el mes con absoluta libertad sin que nadie sepa ni dónde estamos, ni si comemos solos ni qué comemos, sin necesidad de tener que pagar con una tarjeta dd crédito realmente nos puede aportar un respiro, una sensación de verdadera libertad.
De 1984 de G. Orwell, pasando por el nacimiento del Gran Hermano digital al que día a día nos están sometiendo, ya no podemos hablar cerca de nuestro móvil o de cualquier dispositivo electrónico o electrodoméstico “inteligente” con acceso a internet sin miedo a que lo que digamos acabe en cualquier base de datos, tenga interés o no lo tenga, que es lo más probable, pero el hecho importante es que ya todos sabemos que eso es algo real. Basta que digamos “plancha” media docena de veces cerca del móvil, tablet o smart-lo que sea, para que empecemos a recibir anuncios de planchas.
Ya han forzado a los comercios a no aceptar pagos de más de un puñado, poco más que unos cientos de euros,
todo esto es un verdadero disparate y una extorsión brutal a nuestra libertad, el máximo de dinero en efectivo que pueden llevar los ciudadanos por la calle en EspaÑa es de 100.000 euros, según marca la Ley 10/2010. No es que sea ni lo normal ni recomendable, podría ser una recomendación de seguridad, pero es una norma obligatoria totalmente coercitiva y represiva, pero eso simplemente es la punta del iceberg.
La norma en vigor desde 2012 fue modificada por la Ley 11/2021, de 9 de julio, que justifican torticeramente como medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal la nueva ley que fija el límite para los pagos en efectivo a 1.000€ y a partir de 1.000 euros, así, que los pagos iguales o superiores a 1.000 euros no podrán realizarse en EspaÑa.
Como consecuencia, las operaciones por montantes iguales o superiores a 1000 euros deben realizarse por transferencia bancaria o bien por alguno de los sistemas bancarios de pago tarjetas o aplicaciones para teléfonos móviles o tabletas.
¿Qué pasa si pago en metálico más de lo permitido?
La nueva ley impuesta en nuestro país prevé, para quienes excedan ese límite, una multa equivalente al 25% del montante total pagado en efectivo. Hacienda puede aplicársela a ambas partes, tanto al pagador como al receptor del dinero, o sea, un atraco a mano armada del gobierno contra la libertad individual de pago.
Una coacción contra nuestra libertad y que “curiosamente” beneficia a los bancos.
Y para colmo, el límite regula la suma total de una transacción o compraventa, que además no se puede fraccionar. Es decir, si la operación es por ejemplo de 2.000 euros, el pagador no puede optar por entregar 999 euros en efectivo y 1001 a través de otro medio. Todo el pago debe efectuarse por esta otra vía. Es decir, que si yo quiero comprar un coche de segunda mano a un vecino por un importe de 4.000€ con unos ahorros que tengo guardados en metálico en mi casa, esta ley atracadora, nos obliga a ambos a hacer la operación mediante ingresos en banco y posteriormente pagos bancarios (huele mal que se den tantos beneficios a los bancos para terminar viendo a políticos ocupando puestos en bancos con sueldos millonarios).
Todo encaminado al mismo lugar, a que nuestro dinero acabe en los bancos, además del control de nuestro dinero físico, ya que cualquier ingreso de nuestros ahorros en nuestras cuentas, podrá acabar en las garras de hacienda, y que podría hasta incrementarnos el tipo del IRPF al contabilizarlo como ingreso.
EL EFECTO “PANDEMIA”, que además ha resultado ser un secuestro o enclaustramiento ilegal, según sentencia del Tribunal Constitucional, es que en la España de antes de la pandemia, hasta el 87% de los pagos en los puntos de venta se realizaban en efectivo. El promedio europeo era del 79%.
Algo más de dos años y una pandemia después, el 79% de la población española ya utiliza sistemas de pago electrónicos, según una encuesta de la OCU. Los medios más populares son Bizum (un 63% de las personas lo había empleado en el último año), las plataformas tipo Pay Pal (45%) y las apps como Apple Pay y Google Pay (28%).
En un informe publicado en marzo, el Banco Central Europeo (BCE) calificó de “desproporcionadamente bajo” el límite de 1000€ para las transacciones en metálico impuesto obligatoriamente en EspaÑa, pues considera que “tal reducción tendrá efectos adversos no deseados en la condición de curso legal de los billetes en euros”
Pero les da igual lo que digan, este gobierno SocialComunista de Pedro Sánchez atenta contra la libertad en todos los aspectos.
Estas nuevas costumbres y usos impuestos a base de decretos ley sacados de la manga del gobierno actual con representantes de las entidades bancarias. El gran comercio acepta con comodidad la mayor cantidad de transacciones bancarias electrónicas en vez de una mayor cantidad de pagos en metálico como hasta antes de la pandemia, los grandes comercios se ahorran aquellos furgones cargados de billetes yendo a los bancos a diario y varias veces al día en determinadas fechas; pero el trasfondo gubernamental real es otro, por eso aquello de que cuantos más millones, miles de millones en el caso del gobierno, peor huele, y no por ser dinero negro, que esa es otra de las justificaciones gubernamentales, fomentar el pago controlado con tarjetas, para frenar los pagos con dinero negro. Es el modo por lo que el gobierno puede llegar a no necesitar compensar con reservas de oro la cantidad de billetes que imprime, es el modo por el que no se pueda controlar el movimiento de billetes y la contabilización de los fondos reales circulantes, un modo por el que poder inventar esas cifras de un modo especulativo sin tener que pasar por los fondos reales en oro de la reserva de oro de EspaÑa para imprimir billetes.
Yo, de la honestidad y de la integridad moral de Pedro Sánchez, por supuesto que no tengo ningún motivo para confiar.
Actualmente, aún tenemos el soplo de aire fresco y de libertad que es lo que nos permite el hecho de pagar en metálico, con nuestros billetes y monedas, al menos hasta que llegue el momento de que nos veamos como en la película de ciencia ficción Blade Runner, en la que viven en la esclavitud de los pagos con “créditos”…10 créditos, 20 créditos…
El escritor situaba la acción en 2019, afortunadamente aún no hemos llegado a esa realidad, aunque al menos con la cuestión económica, en un mundo en el que hasta en el mercado negro ilegal y la prostitución tenían que pagarlo y cobrarlo TODO en “créditos”, sólo en dinero “de plástico…”